Artículo publicado el 19 agosto, 2014 y actualizado el 26 julio, 2019
La denominación comercial de un medicamento juega un papel cada vez más importante. Los laboratorios farmacéuticos han pasado de no prestarle atención a dedicar recursos, tanto internos como externos, para conseguir un buen posicionamiento de su marca, ya sea en la oficina de farmacia, en el hospital o en cualquier ámbito de actuación.
La fases para realizar el proceso de «NAMING» son:
Fase 1: Creación
Partiendo de un briefing, se detallan las necesidades, ejes, posicionamiento y requerimientos del nombre, el proceso de creación se realiza de tres maneras posibles.
- Búsqueda en base de datos interna de marcas ya registradas.
- Proceso interno de creación de naming.
- Contratación de consultoría especializada en naming.
Fase 2: Filtraje regulatorio
Los nombres seleccionados se presentan a las autoridades sanitarias pertinentes para su conformidad. Según el tipo de registro (complementos alimenticios, productos sanitarios, OTC o medicamentos de prescripción), el nombre debe cumplir unos requerimientos más o menos estrictos.
Fase 3: Filtraje jurídico
Se comprueba la disponibilidad de los nombres para el registro. En algunos casos, el filtraje lo realiza directamente el departamento legal y en otros una empresa externa.
Fase 4: Testeo
En función del proyecto, la marca se testa internamente con colaboradores del laboratorio no familiarizados con el proyecto o mediante procesos externos (focus groups, etc.).
Fase 5: Selección
El comité del proyecto analiza los resultados del test y escoge uno de los nombres, que será debidamente registrado.
Fuente: Laboratorios Esteve